Yerba loca
En esta ocasión hablaremos de un pequeño paseo de 3 días en la
cercanía de Santiago, en el cual podrás apreciar diversos paisajes y
desconectarte de la ciudad. En el camino a Farellones se encuentra ubicado el
santuario de la naturaleza Yerba Loca. El objetivo de este paseo era
probar si la carpa de alta montaña recién comprada, realmente aguantaba el frío
y el viento, para ir después a Torres del Paine.
Es ultra fácil para llegar:
Haces dedo en plaza San Enrique o tomas un taxi en plaza también ahí ($18.000
aprox.) o si eres pudiente, te vas en auto. El parque está abierto en invierno,
pero tienes que tener un buen equipo... porque a medida que subes, hace
demasiado frío. Nosotros fuimos en octubre, y en la base del parque la
temperatura es bastante soportable, pero si llegas a Las Latas prepárate para
acostarte a las 7 de la tarde!
Llegamos al parque a eso de las
6 de la tarde, y nos fuimos en taxi (Traten de ir con harta gente, para que no
duelan las 18 lucas, nosotros solo éramos dos...), fíjense bien porque hay una
hora límite para ingresar, en invierno es hasta las 18 hrs., y hasta las 19
hrs, en verano. El taxi te puede dejar en la entrada del parque, o en Villa
Paulina; pide que te dejen aquí aunque sean dos lucas más, porque si decides
caminar, es un buen tramo que no tiene mucho brillo (4km de ripio). En la
entrada debes pagar su valor, $3000 y puedes preguntar por el estado del
camino, a nosotras nos recomendaron que solo llegáramos a la cascada pues el
camino a continuación estaba cubierto por nieve y era peligroso si es que había
hielo, pues a veces la gente se hundía al no ver bien la huella a seguir.
El primer día acampamos en
Villa Paulina, porque llegamos muy tarde, además, aquí tienen baños, lugares
para fogatas, todo, si bien el agua de la llave no es cristalina, es potable. Al
instalarnos, en el momento de armar la carpa, nos dimos cuenta de que por una
mala distribución de responsabilidades, no teníamos cocinilla, ni cubiertos, lo
que nos obligó a cocinar haciendo fogatas con ramitas, y a comer con una
tarjeta Bip! y una espátula, lo que ralentizó nuestro paseo.
Día 1:
Partimos al día siguiente a las
8 de la mañana aprox. El destino era Los Hornitos, porque según
nuestros cálculos, estaríamos allí a la hora de almuerzo. Sí, es ultra importante
para nosotros comer bien jajaja.
El inicio del camino está
perfectamente señalizado.
Es una subida constante, por lo que la temperatura
irá bajando y será una exigencia permanente. Caminarás siempre con un río a tu
costado izquierdo, y te preguntarás porqué las piedras son de color rojo. La
razón es la presencia de sulfitos, y como consecuencia, ni se te ocurra
tomarla, te vas a indigestar.
En remplazo, tienes agua de varias vertientes
naturales, que bajan de la montaña (a tu derecha) en riachuelos, así que sin
agua no te quedarás, eso si a veces esas vertientes inundan los caminos así que hay que saltar posas. En algunas partes hay zonas planas y con pasto en medio de zonas rocosas, ahí hay vacas pastando, esas zonas tambien son pantanosas por lo que hay que tener cuidado de donde se pisa, esos sectores son muy comunes en las zonas cordilleranas, se llaman valles colgantes y se forman con los deshielos.
Otro de los elementos constantes que veras al ir caminando por el costado del río, es que al fondo se ubica la montaña de la que pende el Glaciar La Paloma.
Nuestra principal parada este día fue en el sector de los Hornitos, al que llegamos luego de unas 3 horas de caminata; se llama así, pues hay rocas muy grandes, y a los costados de estas, hay lo que parecen ser restos de fogatas, en este lugar nos detuvimos alrededor de una hora, entre buscar ramitas para el fuego, agua, cocinar y comer.
Continuamos caminando por 4 horas más hasta llegar al sector de La Lata a una considerable altura de 2.796 mt. de altura. Una característica de este sector es que existen vestigios y antiguas construcciones Incas, Tambos, eran posadas Incas en las que se quedaban los mensajeros cuando recorrían los caminos de la montaña.
Al entrar a este sector veras una explanada pantanosa, el origen de esta agua es la vertiente de la que tienes que abastecerte si acampas aquí, es una especie de posa, uno cree que es agua estancada junto a una roca con un pequeño agujero, pero no está estancada y se puede beber.
Todo el trayecto lo realizarás rodeado de montañas, por una suerte de quebrada entre los cerros. El paisaje fue haciéndose casa vez más rocoso y la vegetación más escasa, de hecho, en este sector nos costó mucho cocinar por lo mismo. Además, si bien te puede tocar un día soleado, al llegar a esta altura sentirás un intenso frío, sobre todo cuando comienza a atardecer. El frío... qué puedo decir... comentarles que nos acostamos a las 7 no alcanza. Comimos, y nos vimos obligadas a recluirnos en los sacos de dormir, que por suerte también eran muy bkens. Al otro día había una delgada capa de hielo sobre la carpa, y por suerte no tuvimos viento, pero de verdad... no daban ni ganas de asomarse afuera, e ir al baño fue un calvario... bueno, tampoco hay baño, solo rocas.Nos acostamos tan temprano que nos pusimos a jugar con las opciones de la cámara del celular, ahí se nos fue la bateria
Es posible que veas a otros
senderístas acampando por lo que llegar a buen tiempo es importante para poder buscar
un lugar resguardado por rocas, para capear el frio y el viento.
Por favoooor! fíjate qué tocas,
dónde te apoyas y si la carpa está cerrada, hay arañas pollito por todos
lados!! Obviamente no las vas a matar, ellas viven ahí, pero ten cuidado con
las rocas y plantitas. Lo digo porque en la recolección de palitos para el
fuego, se nos cruzaron varias.
Día 2
El último tramo fue hasta llegar a la cascada. Así, después de juntar ramitas, y
preparar nuestro almuerzayuno, partimos a eso de las 9. Si, en uno de nuestros
viajes nos dimos cuenta de que tomar desayuno y después almorzar era poco
eficiente, así que hacemos solo una comida matutina muy contundente, y después
nos mantenemos con snacks (chocolate, galletas, frutos secos, etc.).
Partimos a
esa hora, sin peso, dejando el campamento armado en La Lata. Al ir subiendo el
paisaje parecía cada vez algo como lo que debe haber en Marte, solo rocas rojas
y arena nos rodeaban.
Luego de una hora de caminata llegamos
al sector de La Cascada, a los 3.060 mt. de altura y a 15 km. de Villa Paulina,
el camino presenta un pendiente leve desde las latas, y en el camino hay unos
lugares muy reguardados en los que se podría colocar la carpa si se quisiera.
La cascada de sulfatos es el
origen del río que nos acompañó durante todo el camino.
Junto a esta cascada había
una especie de gruta...yo lo describiría como un tajo en la montaña, como un pasadizo
entre un valle y otro, a través del cual corría un río que se unía al río de
sulfatos, nos internamos levemente en esta gruta y nos sacamos fotos, en
realidad a mí me dio un poco de miedo, sobre todo por el sonido que hacia el
viento al pasar por ese sombrío tajo en la roca.Efectivamente no vimos el camino para continuar pues había una gruesa capa de nieve, así que estuvimos jugando un rato con ella antes de bajar. Volvimos a las latas, desarmamos el campamento y comenzamos a bajar. Pedimos que nos fueran a buscar en auto a la entrada pues para volver, habría que haber vuelto al camino a farellones y hacer dedo hacia abajo, llegamos al inicio a eso de las 18.30hrs, muy cansadas y feas. Se agradeció mucho el que se nos fuera a buscar.
Recomendación:
-Llevar todos los implementos necesarios: cocinilla, cubiertos, fósforos,
gas, etc.
-Llevar un buen calzado, es fácil resbalarse con las piedras sueltas y
el agua y lodo de los caminos.
-Llevar cargador externo si se quiere sacar fotos, la batería no aguanta
-Llevar un buen saco, una buena carpa para capear el frio de la noche.
-Llevar colchoneta, en los lugares rocosos el piso es muy duro
-A mí personalmente me sirvió el bastón de tracking
-Llevar botella para transportar el agua, al menos una.
-Levar bloqueador, el sol puede ser intenso
- Llevar ropa abrigada para la noche.
Mas fotos:
Jugando con los efectos del teléfono |
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